Cirugía íntima
Es espectacular el aumento exponencial que han tenido los tratamientos de cirugía íntima en los últimos años. Sin embargo, hace tan sólo 10 años, era una gran desconocida.
Este amplio campo de la cirugía estética engloba la labioplastia o reducción de labios menores (sin duda, la más frecuente de todas ellas y a la que nos referiremos en este artículo), la cirugía de labios mayores, vaginoplastia, perineoplastia, lipoescultura del Monte de Venus, reconstrucción de la membrana himeneal, entre otras.
En la mayoría de los casos, las mujeres solicitan estos tratamientos para mejorar la estética de sus genitales externos. Sin embargo, en otras ocasiones se realizan por “necesidad”, pues pueden padecer incomodidad con la ropa interior, al practicar ciclismo o spinning, montar a caballo, incluso con las relaciones sexuales. En casos severos, pueden presentar infecciones de repetición.
Se trata de un procedimiento quirúrgico sencillo, ambulatorio, pues no precisa ingreso hospitalario, y que se realiza con anestesia local.
Consiste en eliminar el exceso de los labios menores en aquellas mujeres que los tienen más desarrollados, dándoles un aspecto adecuado, tanto en su morfología como en su tamaño. Algunas pacientes presentan asimetrías importantes entre ambos labios, que también son corregidas. Además, hay casos donde la labioplastia se acompaña de la reducción de la piel que cubre al clítoris para que el resultado sea más armónico.
Sin duda, la cirugía íntima ha venido para quedarse. No se trata de una moda pasajera, pues cada vez es mayor su demanda, con un índice de satisfacción tras el tratamiento cercano al 100%.
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