¿Cómo queda el pezón después del embarazo?
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Una de las preguntas más habituales entre las madres primerizas o aquellas mujeres que se están planteando tener hijos es la de cómo queda el pezón después del embarazo y de amamantar al bebé. Hoy, te respondemos a esta importante pregunta.
El pezón, el embarazo y su apariencia final
Como ya hemos informado en algún otro artículo, los pechos no cambian durante la lactancia, sino que lo hacen después de los embarazos, debido a las alteraciones hormonales, al aumento y reducción del peso, y por consiguiente, a las variaciones de tamaño de las mamas.
En cuanto al pezón, hay que mencionar que el pecho se prepara para la lactancia cuando estás embarazada, y por supuesto, durante todo el periodo en el que estás lactando. Por ello, es natural que haya algunas pequeñas diferencias.
La primera modificación que aparece es el cambio en la pigmentación de la piel, oscureciéndose tanto la areola como el pezón. Esto no es algo casual. Se debe a las alteraciones hormonales que se dan en este periodo, lo cual sirve para que el pequeño encuentre el pezón más fácilmente.
Otro cambio es que los pezones están más sensibles. De hecho, algunas mujeres sufren dolor o molestia al dar el pecho durante los primeros días, aunque generalmente esto es algo que remite al cabo de unos días. Incluso, en casos excepcionales, pueden aparecer grietas en el pezón, situación que es muy molesta para la madre.
Para mejorar la apariencia general del pecho después del embarazo y de la lactancia existen diferentes opciones. Algunas son simples, otras más complicadas, pero todas pueden ser una pequeña ayuda para mejorar la apariencia del pecho.
Así, será recomendable utilizar sujetadores firmes y con tirantes anchos que “soporten” el peso del pecho, el cual estará aumentado de tamaño. Esto ayudará a frenar el descolgamiento de las mamas y reducirá la posibilidad de que la piel se quede más flácida.
Además, es aconsejable aplicarse cremas hidratantes y aceites en la piel de la mama tanto durante el embarazo como después del parto para que dicha piel esté bien hidratada durante este periodo en el que se necesita más aporte debido a los cambios que se producen de distensión y posteriormente retracción cutánea. Eso sí, asegúrate de que sean aceites y cremas que puedan aplicarse durante el periodo de lactancia.
Por supuesto, es de vital importancia, y más en esta época, llevar una alimentación sana y equilibrada y realizar ejercicio físico con regularidad.
Y, naturalmente, si todo lo anterior no es suficiente, siempre puedes someterte a una intervención para mejorar la apariencia de tu pecho. A día de hoy, este tipo de intervenciones son muy seguras y los resultados presentan un alto índice de satisfacción para la mayoría de mujeres que se someten a ella.
Como puedes ver, el pezón sufre cambios naturales tras el embarazo y el proceso de amamantar al bebé. Sin embargo, hoy en día tenemos la capacidad de revertir y corregir esos cambios. Ponte en contacto con nosotros sin compromiso y te explicaremos cómo.
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